Si llevas gafas, probablemente reconozcas lo irritante que es tener suciedad, arenilla o grasa pegadas en las lentes. Y además de ser molesto, puede causar fatiga visual y dolores de cabeza.
Es más que probable que crezcan bacterias en las gafas que no se han limpiado en un tiempo. Fomentar los gérmenes en una zona sensible, como la nariz y los ojos, plantea riesgos.
Una limpieza rápida de las gafas debería formar parte de tu rutina diaria de cuidado ocular.
Esto depende de tu ocupación, higiene personal y tolerancia al desenfoque, pero se recomienda al usuario medio de gafas que de a sus lentes una limpieza ligera diaria, y a sus monturas una limpieza semanal.
Un estudio de 2018 confirmó que en tus gafas pueden crecer bacterias peligrosas, incluidas las que causan infecciones por estafilococos.
Las almohadillas de la nariz y las patillas de las gafas analizadas resultaron ser las zonas más contaminadas de las gafas.
Índice de contenido (navegable)
- 1 Cómo limpiar las gafas sin rayarlas
- 2 Cómo limpiar las monturas de las gafas
- 3 Qué puede dañar tus gafas
- 3.1 Evita estos materiales
- 3.2 No utilices productos con acetona
- 3.3 La saliva no limpia las lentes
- 3.4 Exposición al calor extremo
- 3.5 Contacto con productos químicos
- 3.6 Superficies duras
- 3.7 Contacto con agua salada
- 3.8 Golpes y caídas
- 3.9 Dejar las gafas en el automóvil
- 3.10 Uso incorrecto
- 3.11 No seguir las instrucciones de limpieza
- 3.12 Exposición prolongada al agua
- 4 Cuándo limpiar las gafas profesionalmente
- 5 La mejor forma de guardar las gafas
Cómo limpiar las gafas sin rayarlas
La mejor forma de limpiar las gafas es aclararlas con agua, limpiarlas con un paño de microfibra y aplicar después una solución limpiadora o jabón de fregar. Acuérdate de aclararlas de nuevo, si utilizas jabón.
Las lentes de tus gafas son la clave para ver el mundo con un enfoque nítido y claro.
Una rutina de limpieza de lentes no tiene por qué ser complicada, una vez que dominas los pasos. Si tardas más de 20 segundos en limpiarte las lentes, probablemente le estás dando demasiadas vueltas.
Materiales necesarios:
- Agua tibia
- Jabón suave o líquido para lavar platos
- Paño de microfibra
- Cepillo suave
Pasos a seguir:
Enjuague con agua tibia
Sujeta las gafas debajo del grifo y enjuágalas con agua tibia. Esto contribuirá a eliminar partículas de polvo y suciedad que podrían ocasionar rayones durante el proceso de limpieza.
Aplicación de jabón suave
Coloca una pequeña cantidad de jabón suave o líquido para lavar platos en la punta de tus dedos. Frota suavemente los dedos entre sí para crear espuma.
Luego, aplica esta espuma con cuidado sobre las lentes, el marco y las almohadillas nasales.
Enjuague nuevamente
Sostén las gafas bajo el agua tibia nuevamente para eliminar por completo el jabón. Asegúrese de que no quede ningún residuo de jabón en las superficies.
Secado con paño de microfibra
Toma un paño de microfibra limpio y suave diseñado específicamente para gafas. Con movimientos suaves y circulares, comience a secar las lentes, el marco y las patillas.
Asegúrate de que el paño esté limpio y libre de partículas que puedan causar rayones.
Cepillado de marcos
Utiliza un cepillo de cerdas suaves para eliminar con cuidado el polvo y la suciedad que puedan estar en los rincones y huecos del marco y las patillas. Esto ayudará a mantener cada parte de sus gafas limpias.
Almacenamiento adecuado
Cuando no estés usando tus gafas, guárdalas en una funda diseñada para gafas.
Las fundas rígidas o suaves brindan protección adicional contra arañazos y daños accidentales.
Evita soplar en las lentes
No soples sobre las lentes para eliminar el polvo, ya que la humedad de la boca podría contener partículas pequeñas que rayen la superficie del vidrio.
Evite productos químicos fuertes
No utilices limpiadores para vidrios u otros productos químicos fuertes en tus gafas, ya que podrían dañar los revestimientos de las lentes.
Limpieza regular
Establece el hábito de limpiar sus gafas regularmente, preferiblemente a diario o según sea necesario. La limpieza frecuente evitará que la acumulación de suciedad y grasa cause rayones con el tiempo.
Siguiendo estos pasos con atención y utilizando los materiales adecuados, podrás mantener tus gafas limpias y en excelente estado, garantizando una visión clara y sin rayones.
Cómo limpiar las monturas de las gafas
Las monturas tienen muchas piezas diminutas, como tornillos, muelles y bisagras, que pueden ensuciarse con el sudor y los aceites de tu cara. Aunque limpiar las monturas de las gafas es importante, a veces la gente se salta este paso.
Limpiar la montura es importante sobre todo por higiene personal, ya que la montura está constantemente en contacto con tu piel.
La mayoría de la gente, incluso la que suele cuidar bien sus gafas, tiende a pasar por alto la limpieza de las plaquetas nasales. Esto puede provocar todo tipo de problemas dermatológicos menores.
Instrucciones:
- Pasa las monturas por agua templada. Utiliza un jabón suave, como el jabón de fregar sin loción, y aplícalo a las monturas con las yemas de los dedos.
- Aclara bien las monturas bajo el chorro de agua templada.
- Utiliza una toallita húmeda con alcohol para limpiar las plaquetas nasales y los auriculares de las monturas.
Qué puede dañar tus gafas
Hay algunos errores comunes que se cometen al limpiar las gafas:
Evita estos materiales
Las toallitas de papel, los pañuelos de papel y la tela de la camisa que llevas puesta pueden parecer una solución fácil para las lentes manchadas. Debes utilizar paños suaves, como los que vienen con las gafas cuando las compras.
Para limpiar las lentes, el error más común que veo es que la gente utiliza pañuelos o toallitas de papel. Esos materiales son demasiado ásperos y pueden provocar pequeños arañazos en la superficie de las lentes. Con el tiempo, la lente pierde su claridad.
No utilices productos con acetona
Otro error frecuente es utilizar quitaesmalte para limpiar lentes y monturas. Esto nunca es una buena idea.
La acetona (que suele encontrarse en los quitaesmaltes) es sorprendentemente destructiva tanto para las lentillas como para las monturas de gafas de plástico, si se deja en la superficie demasiado tiempo.
La saliva no limpia las lentes
Cuando estás desesperado por quitarte una mancha de las gafas, puede parecer una buena idea utilizar tu propia saliva para lubricar la lente.
Esto tampoco es una buena idea, ya que básicamente estás cubriendo la lente con gérmenes de tu boca, que luego pueden multiplicarse. Desde un punto de vista práctico, tu saliva también puede empeorar el aspecto de la mancha.
Exposición al calor extremo
Dejar tus gafas expuestas a temperaturas muy altas, como en el tablero de un automóvil bajo el sol directo, puede distorsionar los marcos y afectar los revestimientos de las lentes.
Contacto con productos químicos
Sustancias químicas agresivas, como productos de limpieza fuertes, perfumes y aerosoles para el cabello, pueden dañar los revestimientos de las lentes y deteriorar los materiales del marco.
Superficies duras
Colocar tus gafas con las lentes hacia abajo sobre superficies duras puede ocasionar rayones en las lentes. Siempre es mejor guardarlas en un estuche protector.
Contacto con agua salada
El agua salada puede corroer los materiales del marco y afectar los revestimientos de las lentes.
Si tus gafas están expuestas al agua salada, enjuágalas con agua dulce y sécalas con cuidado.
Golpes y caídas
Los impactos fuertes pueden torcer o romper los marcos y dañar las lentes. Evita dejar tus gafas en lugares donde puedan caerse fácilmente.
Dejar las gafas en el automóvil
Las temperaturas extremas en el interior de un automóvil pueden dañar los materiales y los revestimientos de las lentes. Evita dejar tus gafas en el auto.
Uso incorrecto
Forzar las patillas al abrir o cerrar las gafas puede desajustar los tornillos y dañar los componentes. Asegúrate de manipular tus gafas con suavidad.
No seguir las instrucciones de limpieza
Usar productos no recomendados para limpiar tus gafas, como limpiadores a base de amoníaco, puede deteriorar los revestimientos y causar daños permanentes.
Exposición prolongada al agua
Aunque algunas gafas están diseñadas para ser resistentes al agua, la exposición prolongada al agua, especialmente en piscinas con cloro, puede afectar los materiales y los revestimientos.
Mantener tus gafas en óptimas condiciones requiere cuidado y atención. Al evitar estos factores de daño y seguir prácticas de cuidado adecuadas, podrás prolongar la vida útil de tus gafas y disfrutar de una visión clara y cómoda.
Cuándo limpiar las gafas profesionalmente
Los ópticos optometristas, los oftalmólogos y los vendedores de gafas ofrecen servicios de limpieza profesional. En muchas tiendas de gafas, puedes llevar tus gafas al lugar donde las compraste para que te las limpien gratuitamente.
Si tus gafas tienen una acumulación de grasa alrededor de las orejas o la nariz que no desaparece tras tus propios intentos de limpiarlas, o si notas brotes repetidos en la nariz o alrededor de las orejas donde las gafas tocan la cara, una limpieza profesional puede ser la solución.
La mejor forma de guardar las gafas
Meter las gafas en una bolsa de viaje o en la mesilla de noche sin ninguna protección es ideal para que se rayen y se manchen.
Guardar las gafas de forma segura es tan importante como limpiarlas correctamente si quieres que duren.
Aquí tienes algunos consejos sobre cómo guardarlas:
- Funda protectora: Almacenar tus gafas en una funda rígida o suave diseñada específicamente para gafas es la mejor manera de protegerlas de arañazos, polvo y daños accidentales.
- Lentes hacia arriba: Coloca tus gafas en la funda con las lentes hacia arriba para evitar que entren en contacto con cualquier superficie y minimizar el riesgo de rayones.
- Evita lugares calientes: No dejes tus gafas en lugares expuestos al calor extremo, como en el tablero de un automóvil bajo el sol, ya que el calor puede dañar los materiales y revestimientos.
- Fuera del alcance de niños o mascotas: Mantén tus gafas fuera del alcance de niños y mascotas curiosas, ya que podrían jugar con ellas y causar daños.
- Superficies planas y seguras: Si decides dejar tus gafas sobre una superficie, asegúrate de que sea plana, limpia y segura para evitar caídas accidentales.
- Evita apilar objetos encima: Evita apilar objetos sobre tus gafas cuando las guardes en la funda, ya que podrían ejercer presión sobre ellas y deformar los marcos.
- No las dejes boca abajo: Al dejar las gafas boca abajo, las lentes quedan expuestas y pueden acumular polvo y suciedad, lo que aumenta el riesgo de rayones.
- Utiliza un soporte para gafas: Si no tienes una funda a mano, un soporte para gafas en tu hogar o lugar de trabajo puede mantener tus gafas en posición vertical y segura.
- Cuidado al colgarlas: Si optas por colgar tus gafas, asegúrate de que el soporte esté limpio y que las patillas no estén tensas, ya que esto podría deformarlas.
- Limpia antes de guardar: Antes de guardar tus gafas, límpialas suavemente con un paño de microfibra para asegurarte de que no haya partículas que puedan causar rayones.
Siguiendo estas pautas para guardar tus gafas, podrás mantenerlas seguras, protegidas y en condiciones óptimas, lo que prolongará su durabilidad y garantizará una visión clara y cómoda.