¿Tus gafas nuevas se deslizan por la nariz, o te quedan flojas o te resultan un poco incómodas? Las gafas no siempre se ajustan perfectamente nada más sacarlas de la caja, pero por suerte es fácil y rápido ajustarlas para que te queden bien.
Dependiendo del tipo de montura que tengas, es importante que recuerdes que lo mejor es que te las ajuste un oculista, ya que conoce las técnicas y tiene «tacto» para doblar los materiales de las monturas.
Si no hay una óptica cerca de ti, puedes hacer algunas cosas para adaptar el ajuste de tus gafas en casa.
Índice de contenido (navegable)
Decidir qué ajustes hacer
Ponte delante de un espejo y mira al frente. Colócate las gafas de modo que el centro de las lentes esté situado en el centro de tus ojos. Éste es el centro óptico y el lugar ideal para tus gafas.
Todos los ajustes de tus gafas deben hacerse para conseguir esta posición óptima.
Si tienes una lente bifocal, la línea debe situarse en el párpado inferior. Si tienes una lente trifocal, la línea superior debe situarse en la parte inferior de la pupila.
Si tus gafas parecen torcidas o muy inclinadas hacia un lado, es probable que las patillas estén torcidas.
Si tus gafas parecen niveladas sobre tu cara, pero se asientan torcidas al apoyarlas sobre una superficie plana, puede significar que una de tus orejas está más alta que la otra.
Las patillas deben doblarse para adaptarse a las diferencias de altura de las orejas.
Fíjate en la altura a la que descansan tus gafas cuando las tienes en la cara. Si las lentes se apoyan demasiado arriba o demasiado abajo, es probable que haya un problema con el puente nasal y tendrás que hacer un ajuste en esta parte de las gafas.
Puede que tus gafas se asienten centradas en tu cara y a la altura correcta, pero que aún así te queden un poco flojas o un poco apretadas.
Puedes ajustar la tensión/aflojamiento de tus gafas inclinando los auriculares hacia fuera o hacia dentro, según tus necesidades. El lugar ideal para realizar este ajuste es justo en la bisagra.
Una forma de comprobar las patillas es colocar las gafas boca abajo sobre una superficie plana. Las dos patillas deben descansar uniformemente sobre la superficie plana. Si no es así, tendrás que ajustarlas.
Si inclinas las patillas de las gafas hacia fuera, aliviarás cualquier presión innecesaria en los laterales de la cabeza o las sienes, mientras que si las inclinas hacia dentro, se ajustarán mejor al lateral de la cabeza.
Puede que, a pesar de que todo lo demás parezca bien ajustado, las gafas se te sigan deslizando por la cara. Si es así, sólo tienes que ajustar los tornillos que sujetan las patillas a las lentes de las gafas.
Cómo ajustar las patillas de las gafas
Tus gafas no deben estar ni demasiado apretadas ni demasiado flojas. Desde las patillas hasta las puntas, deben asentarse cómodamente detrás de las orejas para evitar molestias cuando las lleves puestas mucho tiempo.
Puedes ajustar esto fácilmente ejerciendo una presión suave y constante para ceñir más la montura a tu cara. Tendrás que calentar las patillas de las gafas sumergiéndolas en agua templada.
El agua caliente puede dañar el revestimiento de las lentes, así que asegúrate de que el agua esté sólo templada y mantén el chorro de agua alejado de las lentes.
No utilices un secador de pelo para calentar las monturas, ya que podrías dañar tanto las monturas como las lentes.
Paso 1: Preparación
Lava tus manos con agua y jabón para asegurarte de que estén limpias antes de tocar tus gafas.
Paso 2: Inspección inicial
Coloca las gafas sobre una superficie plana y asegúrate de que las lentes estén niveladas y alineadas correctamente.
Paso 3: Identifica el problema
Antes de comenzar a ajustar las patillas, determina cuál es el problema. ¿Las gafas están torcidas, desalineadas o apretadas? Esto te ayudará a saber qué ajustes necesitas hacer.
Paso 4: Ajuste de la tensión
Si las patillas están demasiado sueltas y las gafas se caen con facilidad, puedes ajustar la tensión.
Con un destornillador pequeño (generalmente incluido en los estuches de gafas), busca las bisagras de las patillas.
Gira el tornillo en sentido horario para apretar las patillas y en sentido antihorario para aflojarlas. Realiza ajustes pequeños y verifica regularmente cómo se sienten en tu cabeza.
Paso 5: Enderezar las patillas
Si las patillas están torcidas o desalineadas, suavemente enderézalas utilizando tus manos. Aplica una presión suave y constante hasta que estén alineadas con las lentes. Evita aplicar demasiada fuerza para no romperlas.
Paso 6: Ajuste de la longitud de las patillas
Si las patillas son demasiado largas o cortas para tu cabeza, puedes ajustar su longitud.
Localiza las piezas de bisagra cerca de las orejas y busca pequeños tornillos o clips.
Si deseas acortar las patillas, puedes cortarlas con cuidado y luego lijar los bordes para suavizarlos.
Si deseas alargar las patillas, busca extensiones de goma o plástico que puedan agregarse a las patillas. Estas extensiones a menudo vienen con las gafas.
Paso 7: Verificación final
Colócate las gafas y asegúrate de que se ajusten cómodamente en tu cabeza sin deslizarse ni apretar demasiado. Ajusta cualquier detalle adicional según sea necesario.
Paso 8: Mantenimiento regular
Revisa periódicamente tus gafas para asegurarte de que se mantengan en buen estado. Los ajustes pueden aflojarse con el tiempo, así que ajústalos según sea necesario.
Recuerda que si no te sientes seguro haciendo ajustes tú mismo, es una buena idea llevar tus gafas a un profesional de óptica para que las ajuste adecuadamente y evites dañarlas.
Cómo ajustar la altura de las monturas
Cuando recibas las gafas, las monturas pueden ajustarse para que queden un poco más altas o más bajas y así alinear mejor la pupila con el centro óptico de la lente.
Tu graduación debe estar alineada con tus ojos para que funcione correctamente. Si tus gafas no tienen la altura correcta, puedes arreglarlas ajustando las plaquetas nasales o las patillas.
Para subir o bajar la montura si es de plástico
Si las monturas de plástico de tus gafas se asientan en la nariz más abajo de lo deseado, puede que las patillas sean demasiado anchas. Si te sientan demasiado altas en la nariz, puede ser que las patillas sean demasiado estrechas.
- Calienta ambas patillas sumergiéndolas en agua caliente durante 30-60 segundos.
- Para subirlas, dóblalas con cuidado hacia dentro hasta que notes que se ajustan bien al ponértelas.
- Para bajarlas, dóblalas con cuidado hacia fuera hasta que queden a la altura deseada.
- Repite la operación en el otro lado hasta que le hayas dado la forma que más te guste.
- Aclara con agua fría cuando hayas terminado.
Pasos para ajustar la altura de las gafas con montura metálica
Si la montura metálica de tus gafas te queda más baja en la nariz de lo deseado, puede ser que las plaquetas nasales sean anchas.
Las monturas metálicas pueden elevarse cerrando suavemente las plaquetas nasales con el pulgar y el índice. Ejerce una presión suave y constante y mueve cada almohadilla sólo un milímetro cada vez, probándote de nuevo la montura entre cada ajuste.
- Agarra la parte metálica de la patilla (y no la parte acolchada).
- Pellizca suavemente uno de los brazos de la almohadilla nasal entre el pulgar y el índice. También puedes utilizar un alicate de punta de aguja para el ajuste.
- Repite la operación en el otro lado para acercar efectivamente las plaquetas nasales.
- Cuanto más juntas estén estas almohadillas, más alto se asentarán las monturas.
- Si tus monturas metálicas se asientan demasiado altas en tu nariz, bájalas separando ligeramente las plaquetas nasales.
- El puente debe quedar por encima de la piel de la nariz y tocarse justo cuando arrugas la nariz.
Tu óptico local tiene unos alicates especiales diseñados específicamente para ajustar los brazos de las plaquetas nasales; puedes consultarles para ajustar los brazos de las plaquetas nasales.
Si tienes un puente nasal plano, querrás que los brazos de las plaquetas nasales estén bastante alejados de la montura.
Utiliza un movimiento de vaivén para alejar primero la parte superior del brazo de la almohadilla de la parte delantera de la montura, y luego la parte inferior.
Puedes comprobar que los brazos de las almohadillas están a la misma distancia de la montura mirándolos directamente desde arriba y desde abajo.
Demasiado lejos de tus ojos
Lo ideal es que la montura y las lentes queden lo más cerca posible de los ojos, especialmente en el caso de los usuarios de lentes progresivas.
Lo ideal es que las monturas estén lo más cerca posible de tus ojos sin tocarte las pestañas.
- Para acercar las monturas a los ojos, acerca los brazos de las plaquetas nasales a las monturas.
- Para alejar las lentes de tus ojos, separa las almohadillas nasales de las monturas.
Cómo ajustar unas gafas torcidas
Si tus gafas están torcidas, puede que un lado esté más alto que el otro.
Coloca las gafas sobre una superficie plana y observa si ambas patillas tocan la mesa.
- Calienta la patilla que no está tocando sumergiéndola en agua caliente durante 30-60 segundos.
- Si la patilla izquierda está más alta que la derecha, dobla la patilla derecha hacia abajo ejerciendo una presión lenta y constante.
- Si el lado derecho está más alto que el izquierdo, dobla lenta y firmemente la punta de la sien izquierda hacia abajo.
Conclusión
Siempre que sea posible, acude a un profesional de la visión para que te ajuste las gafas, sobre todo si tus monturas son de materiales resistentes, como el titanio, o si son especialmente delicadas, como las sin montura o las semi-sin montura.
Te recomendamos que visites a un óptico profesional cada tres meses para una «puesta a punto» que ajuste un poco tus monturas y compruebe la seguridad de todos los tornillos.
Suele ser un proceso de unos cinco minutos y una forma estupenda de alargar la vida de tus monturas.
Tras un uso prolongado, las monturas de las gafas pueden salirse de su sitio, pellizcarte la nariz, hacerte daño en las orejas o simplemente parecer torcidas.
Puedes llevar tus gafas a un optometrista para que las ajuste, o puedes ajustarlas tú mismo fácilmente siguiendo los pasos de este artículo.
Aunque los ajustes sencillos para que tus gafas te queden mejor pueden realizarse en casa, puede llegar un momento en que sea prudente comprar simplemente unas gafas nuevas.
Tras años de uso, algunas gafas son inservibles. Como nota al margen, es aconsejable que te revises la vista al menos una vez al año para asegurarte de que la graduación de tus lentes sigue siendo la ideal para tu visión.
Si has hecho múltiples ajustes en la montura, la nariz o los auriculares, y las gafas siguen sin sentarte bien, probablemente haya llegado el momento de hacer de tripas corazón y comprar unas gafas nuevas.